Apu retablo "kausachkanchicrajmi (aun estamos vivos)"

El Proyecto Manos Artesanas de la Ciap (Central Interregional de Artesanos del Perú) consistió en formar grupos de trabajo mixtos entre artistas artesanos y artistas urbanos. Aquí fotos de el trabajo realizado conjuntamente entre Teodoro Ramírez y Jorge Miyagui.
Afiche de Manos Artesanas

Jorge Miyagui y Teodoro Ramírez junto a la obra en el taller de Teodoro.

Detalle del Apu retablo

Apu retablo en exposición "Manos Artesanas" en el Centro Cultural de San Marcos

Apu retablo "Kausachcanchicrajmi" (aun estamos vivos)
“Kausachcanchicrajmi” (todavía estamos vivos)
Celebrando la vida y los encuentros
Al principio no sabíamos que íbamos a hacer, nos parecía chévere hacer algo juntos pero no sabíamos qué iba a salir, podía quedar algo bien chévere o algo medio monse, ya se iba a ver. Las primeras reuniones fueron para conocer nuestros respectivos talleres, intercambiar ideas, experiencias, mostrar nuestros trabajos particulares. Unas chelitas para inspirarnos y empezar: fue necesario recordarnos a cada rato que el trabajo colectivo tenía que ser totalmente horizontal y democrático: ambos producíamos la idea y ambos la chambeábamos.
Hicimos una lista con los temas que nos interesaban a ambos: diversidad cultural, criticidad, historia reciente del Perú, relación con la naturaleza, migración, futuro, fueron las palabras que salieron. Después hicimos un cronograma de trabajo: hasta tal día la idea ya tiene que estar clara y a partir de ese día manos a la obra. El primer problema, sin contar con la distancia entre talleres y los tiempos, fue que la primera idea que se nos ocurrió era muy difícil de realizar, tuvimos que pensar otra cosa y cambiar en el camino…
Buscando una nueva cosa estábamos hablando de cómo el retablo en un inicio era una forma de pago al apu-protector de la comunidad. Sobre esa idea del pago-ofrenda a lo sagrado, desarrollamos temas transversales como la necesidad del nosotros inclusivo, la diversidad cultural, nuestra historia reciente, etc., las cosas de las que queríamos hablar. Así, el boceto era no más con lapicero sobre papel bond, entre otras cosas se veía un apu, un pago, un sol, la luna, un cóndor-wamani, un espejo y sobre el espejo el espectador se iba a verse reflejado como parte de ese conjunto, leyendo sobre su imagen: “kausachcanchicrajmi” (todavía estamos vivos en quechua). La idea prometía y así, dividimos las primeras responsabilidades y nos pusimos a chambear. En el camino variaron algunas cosas aunque la idea principal se mantuvo.
En algunas cosas no estábamos muy de acuerdo, sobre todo en algunas lecturas políticas de país, pero lo interesante es que no fue impedimento para hacer algo trabajando sobre ideas comunes: la necesidad del nosotros inclusivo, de una ciudadanía total, el cómo el encuentro violento de culturas diferentes fue traumático para las que se desarrollaban en estas tierras y cómo mucho de la estructura de poder ydominación actual tiene su origen en ese momento. Se hace necesario acercarnos críticamente a nuestra historia, rescatar y visibilizar el conocimiento, los valores y demás virtudes provenientes de nuestra diversidad cultural y tecnológica. Hoy tenemos el reto de incertar los distintos conocimientos y distintas tradiciones culturales a nuestra realidad y a nuestras necesidades como colectividad.
Siempre trabajábamos aprovechando para conversar y conocernos más, las jornadas de trabajo eran con su musiquita, su gaseosa con galletas cuando estábamos zanahorias o sus chelitas heladas cuando no. Por eso creemos que tan significativo como el producto final, con el que estamos bastante contentos, resulta lo enriquecedor del proceso mismo de producción colectiva: compartir las historias de vida, las distintas experiencias, las paltas, las ideas, las técnicas, encontrar los paralelos, las similitudes y diferencias entre nuestra producción cultural, etc.
Si la transformación social empieza cuando cambiamos nosotros mismos podemos decir que siempre ese cambio es producto de una relación social que enriquece y forja. Nadie salva a nadie y nadie se salva solo y para eso hay que derribarse toditos los muros pues las cosas siempre están más cerca y son mucho más hermosas de lo que nos suele parecer. Hatari llacta, todavía estamos vivos y por eso celebremos la vida!!!
Teodoro Ramírez y Jorge Miyagui
Marzo 2006

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