retablo pobrechalla campesino


En la exposición del Centro mundial de Derechos Humanos de Nuremberg (NMRZ, v. http://www.menschenrechte.org/) se encuentran obras de la memoria no-verbal que el arte popular ayacuchano supo crear desde el sufrimiento vivido por el pueblo.Entre las obras expuestas se destacan algunos retablos de tamaño grande como "Pobrechalla campesino" que sitúa la masacre de Uchuraccay en el contexto general de la miseria del campesino, o la representación, en cinco pisos con figuras de barro, de la sangrienta represión de una manifestación campesina; cerámicas como visión panorámica de una iglesia en cuyas cuatro lados se entremezclan escenas tradicionales y religiosas con la irrupción de la violencia armada, culminando en un requiem campesino; la cruel "leva campesina" tallada en piedra de Huamanga, material tradicionalmente reservado a la representación de santos o personajes de la historia patriótica; las campesinas huyendo de la violencia verde y roja en un tejido después mil veces copiado sin sentido por su mensaje; las arpilleras confeccionadas en los talleres de mujeres desplazadas y familiares de desaparecidos; las tablas de Sarwa donde los pintores satirizan con perspicacia la inhumanidad tanto de la acción como de la ideología de sus agresores.



Se espera que la exposición después de Nuremberg pueda pasar a otras ciudades alemanas y también al exterior. En particular, es la esperanza de los autores de la exposición, Gaby Franger y Rainer Huhle, que ella pueda ser mostrada también en el Perú y especialmente en Ayacucho.


Para mayor información:

Nürnberger Menschenrechtszentrum
Rainer Huhle
Adlerstr. 40
90403 Nürnberg
peru-ausstellung@menschenrechte.org



Pobrechalla campesino
Retablo de cuatro niveles de Teodoro Ramírez, Ayaucho 1988


Este retablo de Teodoro Ramírez es una de las obras más impresionantes con las que el arte popular de Ayacucho respondió a la violencia política y social de su país. La perfección artesanal y la riqueza en detalles se combinan para crear una compleja visión general del conflicto. El asesinato de periodistas en 1983 en Uchuraccay se representa con la misma precisión que las masacres cometidas por el "Sendero Luminoso" y las fuerzas armadas contra la población campesina. La conjunción de todos estos elementos permitió al joven artista crear, en una clara alegoría, una visión de conjunto de la "miseria campesina".

uchuraccay


25 años de la tragedia de uchuraccay, los padres,esposas e hijos de los periodistas caidos continuan reclamando justicia,ver entre rejas a los verdaderos culpables autores intelectuales que obligaron a consumar los hechos.
Los uchuraccainos hoy sin rumbo sin voz diezmados muertos y encarcelados clamando justicia.

El retablo "uchuraccay" vindica al campesino en general en contraposicion al informe decadente maliciosamente intencionado de la "comision vargas llosa", el retablo uchuraccay busca respuestas al avasallamiento mortal de la prensa independiente desde entonces.

Algun dia ¿lograremos componer ese Peru fragmentado? ¿romperemos esa cadena de acontecimientos injustos que hoy vivimos?.

“¿Pitaq Kanchiq? (¿Quiénes somos?)”

“¿Pitaq Kanchiq? (¿Quiénes somos?)” Retablo ayacuchano - Teodoro Ramírez

TEXTO RETABLO "¿PITAQ KANCHIQ?”


En un día del año 1532 llegaron unos blancos barbudos, cuando llegaron dijimos nosotros: ¿Serán los viracochas que vinieron trayendo sus virtudes y conocimientos? jNo! En nombre que dicen ser sus dioses nos trajeron muerte y dolor, desde ese día icarajo! mi corazón no encuentra, no encuentra su descanso.

Me pregunto ¿quien soy? "¿Dónde están los apus, los grandes amautas, nuestros sacerdotes andinos? para que hagan hablar nuestros quipus,

Masticando mi coca estoy mirando el Apu Rasuwillca, mi coca a veces dulce a veces amarga pero me está avisando, me está diciendo:


Ya están llegando
Ya están llegando
El gran día esta llegando

Teodoro Ramírez
Huaycán 2007

Apu kuntur vigilando la paz







La intervención de Teodoro Ramírez en el monumento a la paz (conocido como ovalo las palomas) ha sido un éxito. Esta intervención se montó el lunes 15 y se mantendrá por una semana.

El monumento, cuatro palomas de cemento sentadas solidamente sobre una especie de loma representa la paz (o al menos, el anhelo de ella). Sin embargo, la paz en nuestro país es muy frágil y precaria, aunque ahora las cosas estén calmadas, eso no es la paz. Nunca podremos hablar de una paz verdadera si grandes sectores de la población siguen siendo excluidos y mientras siguen creciendo las diferencias económicas, sociales entre unos y otros peruanos. Entre los excluidos está la población andina, que viven en las zonas rurales de la sierra o en las zonas populares de las ciudades (como Villa El Salvador) y que no participan del supuesto despegue de la economía peruana ni de los beneficios de la ciudadanía.

Esta exclusión, también es cultural. Los símbolos propios de la cultura andina, las prácticas artísticas tradicionales son menospreciadas y reducidos a la categoría de "artesanía" o de "folklore".

Para mostrar esto y discutir el tipo de paz que deseamos, Teodoro Ramírez armó un condor de carrizo, madera y papel, cual figura salida de un retablo gigantesco, que sobrevuela vigilante las palomas del monumento. El condor, es un apu (o wamani) tutelar y protector a la vez que poderoso. No amenaza a las palomas, sino que las cuida y complementa.

El día del montaje, el artista planificó una acción que incluyera la intervención enla dinámica social de la zona y la acercara a los vecinos. Se sembraron alrededor del monumento 40 antorchas (de las que usan los niños en desfiles y celebraciones escolares) con forma de flor y con el mensaje paz con justicia, completando el cuadro de la intervención. Una vez encendidas las antorchas, los niños y algunas madres, empezaron a llegar alegremente a preguntar de qué se trataba. Los niños podían recoger las antorchas, jugar en las palomas y si querían (que sí quisieron) llevar consigo la antorcha. Dos horas después, los niños se habían contentos y no quedaba ninguna antorcha junto a las palomas.

(tomado de http://proyectomonumenta.blogspot.com/)

Teodoro ramírez en el Proyecto Monumenta - Villa el Salvador

Reportaje Manos Artesanas en Somos


Apu retablo "kausachkanchicrajmi (aun estamos vivos)"

El Proyecto Manos Artesanas de la Ciap (Central Interregional de Artesanos del Perú) consistió en formar grupos de trabajo mixtos entre artistas artesanos y artistas urbanos. Aquí fotos de el trabajo realizado conjuntamente entre Teodoro Ramírez y Jorge Miyagui.
Afiche de Manos Artesanas

Jorge Miyagui y Teodoro Ramírez junto a la obra en el taller de Teodoro.

Detalle del Apu retablo

Apu retablo en exposición "Manos Artesanas" en el Centro Cultural de San Marcos

Apu retablo "Kausachcanchicrajmi" (aun estamos vivos)
“Kausachcanchicrajmi” (todavía estamos vivos)
Celebrando la vida y los encuentros
Al principio no sabíamos que íbamos a hacer, nos parecía chévere hacer algo juntos pero no sabíamos qué iba a salir, podía quedar algo bien chévere o algo medio monse, ya se iba a ver. Las primeras reuniones fueron para conocer nuestros respectivos talleres, intercambiar ideas, experiencias, mostrar nuestros trabajos particulares. Unas chelitas para inspirarnos y empezar: fue necesario recordarnos a cada rato que el trabajo colectivo tenía que ser totalmente horizontal y democrático: ambos producíamos la idea y ambos la chambeábamos.
Hicimos una lista con los temas que nos interesaban a ambos: diversidad cultural, criticidad, historia reciente del Perú, relación con la naturaleza, migración, futuro, fueron las palabras que salieron. Después hicimos un cronograma de trabajo: hasta tal día la idea ya tiene que estar clara y a partir de ese día manos a la obra. El primer problema, sin contar con la distancia entre talleres y los tiempos, fue que la primera idea que se nos ocurrió era muy difícil de realizar, tuvimos que pensar otra cosa y cambiar en el camino…
Buscando una nueva cosa estábamos hablando de cómo el retablo en un inicio era una forma de pago al apu-protector de la comunidad. Sobre esa idea del pago-ofrenda a lo sagrado, desarrollamos temas transversales como la necesidad del nosotros inclusivo, la diversidad cultural, nuestra historia reciente, etc., las cosas de las que queríamos hablar. Así, el boceto era no más con lapicero sobre papel bond, entre otras cosas se veía un apu, un pago, un sol, la luna, un cóndor-wamani, un espejo y sobre el espejo el espectador se iba a verse reflejado como parte de ese conjunto, leyendo sobre su imagen: “kausachcanchicrajmi” (todavía estamos vivos en quechua). La idea prometía y así, dividimos las primeras responsabilidades y nos pusimos a chambear. En el camino variaron algunas cosas aunque la idea principal se mantuvo.
En algunas cosas no estábamos muy de acuerdo, sobre todo en algunas lecturas políticas de país, pero lo interesante es que no fue impedimento para hacer algo trabajando sobre ideas comunes: la necesidad del nosotros inclusivo, de una ciudadanía total, el cómo el encuentro violento de culturas diferentes fue traumático para las que se desarrollaban en estas tierras y cómo mucho de la estructura de poder ydominación actual tiene su origen en ese momento. Se hace necesario acercarnos críticamente a nuestra historia, rescatar y visibilizar el conocimiento, los valores y demás virtudes provenientes de nuestra diversidad cultural y tecnológica. Hoy tenemos el reto de incertar los distintos conocimientos y distintas tradiciones culturales a nuestra realidad y a nuestras necesidades como colectividad.
Siempre trabajábamos aprovechando para conversar y conocernos más, las jornadas de trabajo eran con su musiquita, su gaseosa con galletas cuando estábamos zanahorias o sus chelitas heladas cuando no. Por eso creemos que tan significativo como el producto final, con el que estamos bastante contentos, resulta lo enriquecedor del proceso mismo de producción colectiva: compartir las historias de vida, las distintas experiencias, las paltas, las ideas, las técnicas, encontrar los paralelos, las similitudes y diferencias entre nuestra producción cultural, etc.
Si la transformación social empieza cuando cambiamos nosotros mismos podemos decir que siempre ese cambio es producto de una relación social que enriquece y forja. Nadie salva a nadie y nadie se salva solo y para eso hay que derribarse toditos los muros pues las cosas siempre están más cerca y son mucho más hermosas de lo que nos suele parecer. Hatari llacta, todavía estamos vivos y por eso celebremos la vida!!!
Teodoro Ramírez y Jorge Miyagui
Marzo 2006